VILLACABRAS

   

    Este antiguo poblado, hoy sin ningún signo de habitabilidad, se halla a unos 4 kilómetros al norte del casco urbano del actual pueblo de Rillo, por el camino del monte. Se encuentra a solamente unos centenares de metros del Vivero, donde hoy se reproducen los cangrejos de río en la astacifactoría. Podemos tomar una calzada que sale por la izquierda del camino de Pardos, para situarnos de pleno en las ruinas de esta despoblación.

Según el "Estudio toponímico de los despoblados de la Comarca de Molina de Aragón" de Ranz Yubero, López de los Mozos y Remartínez Maestro (2004), lo describen así.

  1. Término municipal en que se ubica según referencia bibliográfica o tradición oral: Rillo de Gallo (Martínez Díez, 1983, 251 y 256).

  2. Fechas en las que se documenta el nombre: Aparece en 1353. Despoblado tras 1478 (Sanz y Esteban, 2003, 302). En su término se encuentra la dehesa de Villacabras, objeto de litigios entre la CasaPulsa aquí para las últimas piedras del poblado de Villacabras. Comunidad del Señorío y el pueblo (Abánades, 1969, 64)

  3. Descripción del estado del despoblado y circunstancias que lo rodean, ahondando cuando sea posible, en las causas de su desaparición: Las antiguas paredes han sido reutilizadas para levantar parideras. Villacabras fue pueblo en la antigüedad, convirtiéndose en dehesa, después de su despoblación. En este sitio se erigió el Santuario de Nuestra Señora de la Carrasca (Abánades, 1969, 65). Se trata de un yacimiento arqueológico donde se ha encontrado cerámica a torno celtibérica (II Edad del Hierro) y medieval (Alexanadre, 200, 3)

  4. Explicación del topónimo, hipótesis sobre la denominación y conclusión definitiva: Villa situada en un 'terreno escarpado', como suelen indicar los topónimos Cabra y sus derivados, o quizás metafóricamente aluda a una villa de poca importancia, que sirve sólo para cobijo de estos animales

    Según López la Torre Malo [1] "Villacabras es una dehesa; en lo antiguo fue lugar, en donde se venera nuestra señora de la Carrasca, aparecida a un pastor; es de grande devoción con un concurso muy grande de gente el día 24 de junio" y añade entre otras cosas "entre Villacabras y Canales hay ruinas de grandes edificios y de Castillos, aunque tierra áspera y montuosa se discurre si son ruinas de la Arcábrica o Arcobrica, pues por los límites que se le dan a su Obispado se discurre estaba en el Señorío; pues aunque dicen si era Arcos junto a Medina, en el Jalón, estaba muy cerca de Sigüenza".

    En esta dehesa de Villacabras, afirma el Licenciado Francisco Núñez,[2] hay muchas arboledas, mucha caza, fuentes de un agua deliciosa y prados grandes para el ganado mayor. El diezmo de esta dehesa lo pagan en Rillo, por haber pertenecido a este lugar. La ermita de Ntra Señora de la Carrasca y Rillo, están anejas a San Bartolomé de Molina ".

    Anselmo Arenas y su libro "Viriato no fue portugués sino celtíbero"

La muerte de Viriato, jefe de los lusitanos, de José de Madrazo, Museo del Prado.     El aspecto mas destacable de la historia de Villacabras, la incineración de Viriato, se lo adjudica Anselmo Arenas[3] en su libro "Viriato no fue portugués sino celtíbero". Afirma que: "Parece, pues indudable que el crimen tuvo lugar en la fragosidad de la sierra del Idúbeda que servía de baluarte al país lusón; y más bien nos inclinamos a que debió ser en las sierras de Maestrazgo o de Molina, según inducen a creer los hechos subsiguientes. Por esta razón, y por las concordancias de sitio, no nos parece destituido de fundamento el que la pila y las ruinas de la ciudad celtibera, por nosotros hallada en Los Labrados a Los Villares de Rillo, una legua de Molina de Aragón, puedan haber sido el teatro donde tuvo lugar este luctuoso drama".
 
   
Si, por acaso, la altísima pila colocada en el más elevado peñón del sitio Los Lirios, al abocar al prado de Villacabras, fue la pira donde se incineró el cadáver de Viriato, no sería descabellado el predecir que por aquellos alrededores, o en alguna de sus cuevas se encuentran los sagrados despojos del primer mártir de nuestra independencia.
 ¿Pira donde se incineró el cadáver de Viriato? Foto: Mariano Valero
    Precisamente las adyacentes ruinas de una ciudad celtibérica, sus derruidas aras, las habitaciones y cuevas soterradas, que los pastores de la comarca nos afirmaron haber descubierto y visitado, dan al hecho visos de probabilidad. Y lo corroboran otras ruinas no lejanas que, como vanguardia a lugares avanzados, cercan a las de los Villares; tales como las de Molina la Vieja, a dos kilómetros al SE, las de la Virgen de la Carrasca dos ídem al NO; y multitud de castillos cuyos vestigios se descubren en casi todas las aldeas del Señorío de Molina amen de lo agreste y bien defendido del territorio, al que sirven de muro por el N. y E. las empinadísimas cumbres de la Celtibérica, y por el S. las inaccesibles rochas del alto Tajo, Cabriel y GalloReproducción de la página 113 de Viriato no fue portugués sino celtíbero.

    ¿Donde reposan éstos restos?, se pregunta Anselmo Arenas. Glorioso para España podía serlo investigar; pero es problema de muy difícil solución.

    Refuerza todos estos razonamientos Miguel Sancho Izquierdo [4] en su excelente trabajo El Fuero de Molina de Aragón, publicado en 1916, cuando dice: "De ellas (publicaciones y trabajos de Anselmo Arenas) parece probado que la primitiva Molina estuvo situada entre Rillo y la Molina actual, en territorio de los lusones, de lo que han quedado reminiscencias, según se ha dicho, en los nombres de algunos lugares. Podrá no ser cierto que Viriato fuera de allí, como, aventurándose demasiado en sus suposiciones, viene a decir don Anselmo Arenas; pero no hay duda de que Viriato fue luso, de la Lusitania o Lusonia celtibérica, a la que pertenecía Molina, y que sus compañeros tuvieron como campo de acción las márgenes del Tajo".

    El Licenciado Francisco Núñez y sus dos comentarios

   
El citado Francisco Núñez, allá por los años 1590 a 1606, habla en su obra de Villacabras, así como de dos curiosos sucesos acaecidos en el lugar y en el paraje de las Navas: "Arriba, en el valle esta la Dehesa de Villacabras que es propia del Común de Tierra de Molina, aproximadamente hace unos 100 años que allí había un pueblo llamado Villacabras, este se despobló y quedo convertido en una dehesa. En esta dehesa está la ermita de Ntra Señora de la Carrasca. Solamente habría que destacar una cosa de esta dehesa de Villacabras, y es que según dicen, hace muchos años, en esta dehesa hubo una extraordinaria culebra o serpiente. Algunos me han verificado que la han visto, como fue Pedro Ruiz de Zafra, este mozo afirma que vio, por encima de un gran marojal de hojas para el ganado, lo que parecía los lomos de unos puercos que estuviesen juntos, pero era aquella serpiente que estaba arroscada, al ir a ver lo que era, se acercó, pero al llegar allí se desenroscó provocando un gran estruendo en los marojos, esta, al levantar la cabeza, era tan grande como la de un hombre, entonces al verla se espantó y se fue huyendo. Cuando Pedro volvió con gente, ya no la encontró, pero si que vieron en el polvo el rastro por donde pasó, el rastro parecía como si hubieran arrastrado una viga. También he oído que hace pocos años, allí cerca en las Nabas, se encontró una piel de culebra muy larga y muy ancha, tanto que podía entrar por el una persona por ella".

    "En la ermita de la Carrasca de Rillo o Villacabras, en nuestro tiempo hubo un santero llamado Juan Carrasco, que fue un gran santo, este era natural de Concha y sirvió a sus padres mientras los tuvo, pero una vez que murieron vendió sus bienes y los dio como limosna a los pobres. Con su trabajo sirvió durante toda su vida en esta ermita de Nuestra Señora, este nunca durmió en la cama, y tenia muchas disciplinas y castigos, practicando siempre cilicios o mortificaciones. También tenía ratos de oración muy señalados. Se probó su virtud en las tentaciones que le ponía el demonio, ya que un día, una tendera de Molina le subió engañado a su casa, esta se abrazó a él y le dijo mil lagoterías o halagos, ante esta situación, él se fue corriendo. Otra vez una mujer mundana, que se hizo santera en la Ermita de Santa Cecilia de Rueda, le hizo subir a su casa con engaño, una vez allí le tentó con palabras y meneos, pero al mostrarle las piernas, Juan se bajó huyendo y cerro la puerta por fuera, entonces se fue justamente detrás de la casa, donde se azotó cruelmente por haberse puesto en aquel peligro. Este santero era caritativo, de hecho cuando era mozo daba los vestidos o ropa a los pobres y él andaba hecho pedazos. También se hacía el simple o el tonto para que lo despreciasen, incluso llamaba a los muchachos para que se burlasen de él. Una noche fueron unos de Molina a ver que hacía en su ermita, una vez allí, sobre su casa vieron un gran resplandor que venía de donde él estaba orando y aplicándose la disciplina o castigo, entonces estos volvieron muy confusos. Esta santero murió en Rillo, en el año 1580, cuando el gran catarro (epidemia de gripe). Los frailes, para tener un santo en su capilla de San Antonio, lo enterraron allí junto con otros. Hay muchos que por devoción han pedido ser enterrados en su sepulcro".

    El conflicto con la Común de Molina (Comunidad del Real Señorío de Molina y su Tierra)

    
Según Claro Abánades [5] en su obra “Tierra Molinesa. Breve estudio geográfico de sus pueblos”, el santero de la ermita de la Virgen de la Carrasca percibía los productos de una heredad contigua que en realidad era propiedad de la Casa de la Comunidad. Se entabló pleito y se llegó a exigir al santero la renta de varios años. Igualmente nos cita varios pleitos que se suscitaron entre la Común de Tierra y el pueblo sobre el aprovechamiento de lanas y pastos en su dehesa. El mismo autor dice que también el Monasterio de San Francisco de Molina alegaba derechos sobre la citada heredad, y que el pleito se resolvió en una reunión entre los frailes y los Diputados de la Común en la que acordaron la renuncia de los franciscanos a sus pretensiones a favor de la Comunidad a cambio de 109 maravedís “de la moneda usual de Castilla”. “En el proceso que se había seguido hizo un reconocimiento como perito, Manuel de Abánades, vecino de Anchuela del Pedregal. En el Archivo del Común y Tierra de Molina existe copia de una Provisión Real sobre el asunto, de fecha 23 de agosto de 1521”

    De Pérez Fuertes [6] en su "Síntesis histórica-política y socio-económica del Señorío y Tierra de Molina" extraemos la evolución cronológica de este conflicto.  Esta dehesa fue comprada por la Común en el año 1520 a Don Pedro Ruiz Cejudo, vecino de Molina. En 1773, Rillo de Gallo hizo pleito contra la Común, por motivo de una subasta hecha por la dehesa de Villacabras y que el dicho Ayuntamiento quiso anular. Rillo basaba su postura en que se trataba de unos pastos redimibles por las Leyes Desamortizadoras

    El Juez de Primera Instancia de Guadalajara Don Mariano López Palacios el 28 de Junio de 1882 se pronunció a favor de Rillo en el pleito contra la Común. El Administrador General recurrió para la anulación de dicho proceso, consiguiéndolo el 9 de Abril de 1887, quedando anulado por Real Orden 

    Rillo interpuso demanda ante el Tribunal Contencioso en contra de la Real Orden y éste en fecha de 28 de Enero de 1891, acordó no haber a la demanda, quedando la dehesa de Villacabras como Propia de la Comunidad del Señorío

    También hubo pleito con este municipio en 1897, por la misma falta de pago de la renta anual que debía de pagarse a la Común por el alquiler de los pastos de la dicha dehesa de Villacabras.

     En el Catastro de Ensenada, allá por el mes de julio de 1751, Villacabras es cita permanente en muchas de las 41 preguntas. Entre  otras nos recuerda que el santero de la Virgen de la Carrasca no pagaba la renta, y por lo que acabamos de ver continúo durante bastantes años. "Y al Santero de la Carrasca que labra tierras de cuarta calidad sin ninguna carga de subsidio, y quedar en si el beneficio, de la Renta por estar conceptuada por bienes temporales, no dudan quedarle un jornal diario de Tres Reales beneficiándolo por si: que en unos y otros jornales, y grado comprehenden también el trabajo de los hijos y criados robustos de diez y ocho años".


[1] Gregorio López la Torre Malo, Chorográfica descripción del muy noble, leal, fidelíssimo y valerosíssimo Señorío de Molina, Siglo XVI

[2] Adaptación de José Luis Sánchez Carrasco de la obra del Licenciado Francisco Núñez “Archivo de las Cosas Notables del Ilustre y Leal Señorío de Molina de Aragón” Colección libros del Señorío de Molina, 2009

[3] Anselmo Arenas, "Viriato no fue portugués sino celtíbero" (Guadalajara, 1900).

[4] Miguel Sancho Izquierdo, El Fuero de Molina de Aragón, Madrid, 1916, pág. 12

[5] Claro Abánades, Tierra Molinesa. Breve estudio geográfico de sus pueblos, 1969

[6] Pedro Pérez Fuertes Śintesis histórica-política y socio-económica del Señorío y Tierra de Molina. Diputación Provincial de Guadalajara, 1983



Nueva Alcarria 27 de agosto 2021.
Villacabras, poblado donde se ¿incineró? Viriato
Rillo de Gallo: de “los restos más antiguos de la Península” a la “Casa de Gaudí”
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